En las proximidades de Granja de Rocamora se encuentra varios yacimientos arqueológicos. Algunos corresponden al termino municipal de Granja de Rocamora y otros no, pero eso no impide que los orígenes mas antiguos de Granja de Rocamora, y de otras localidades próximas, se encuentre en ellos.
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De la Edad de los Metales caben destacar los siguientes cabezos:
Cabezo Pardo o Cabezo Gordo:
Cabezo situado en el conjunto del Cabezo de las Fuentes. Termino de San Isidro. Es un cabezo aislado de composicion secundaria de pizarras y calizas, rodeado de saladar y palmeras. De 56 metros de altitud respecto al nivel del mar.
Se trata de un poblado de la Edad del Bronce, Agárico, Bronce Tardío. Muestra una Cronología 1500 -1000 a.C. Ha sido objeto de catas clandestinas y expolio en grado segundo.
Los materiales: encontrados son: hacha de piedra de fibrolita de sección oval; varios dientes de hoz en sílex de diferentes tamaños, piezas de sílex sin uso, molinos de mano barquiformes, cerámicas a mano de buena factura, con fragmentos de bordes de tulipas, copas… típicas del Argar B, fragmentos del Bronce Tardío y objetos metálicos como punzones de cobre.
Cabezo de Pallares:
Termino municipal de Albatera. Es un yacimiento del periodo agárico o calcolítico. Con una cronología de 3000 a1500 a.C. El estado de conservación malo.
Materiales: fragmentos informes de sílex melado y fragmentos de cerámicas hechas a mano de superficies alisada. Presencia de huesos de ovicápridos. No se observan estructuras en superficie. Los restos del yacimiento se encuentran en el extremo oriental, se conservaban los restos de un sedimento arqueológico, formando parte del derrubio de ladera próxima al piedemonte, ya en contacto con las tierras de aluvión.
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De época ibérica encontramos los siguientes yacimientos:
Cabezo Clementino:
Termino municipal de Granja de Rocamora. Lo encontramos en la carretera de San Isidro a Granja de Rocamora. Es un cabezo aislado en zona de saladar con vegetación arbustiva.
Posible poblado ibérico, del siglo IV a.c. periodo ibérico Pleno. Los restos materiales son cerámicas grises y pintadas, con fragmentos de tinajas o phitos, platos y cuencos. Su conservación es mala, la erosión natural ha afectado en gran medida, por tener el cabezo vertientes pronunciadas y escaso suelo.
Cabezo de Boivia, del Saladar, Cabecet o Cabezo del Tio Molins:
Necrópolis íbera del siglo IV antes de Jesucristo.
Al Noreste de Cox se encuentra el cabezo del Salar, una aislada prominencia de roca que se alza poco más de 10 metros sobre el nivel de los terrenos de la huerta colindante. Tiene planta de C y se encuentra orientado en direccion Este – Oeste.
A causa de las lluvias y la erosión, el cabezo ha perdido gran parte de su cubierta de tierra y afloran las rocas, por lo que no se pueden apreciar restos de construcciones. Como resultado de los rastreaos efectuados, se recogieron mas de 200 fragmentos de cerámica pertenecientes a urnas funerarias, vasijas de posible uso funerario, ánforas, vasijas del tipo de “sombrero de copa”, platos orzas de barro, toneletes, cerámicas ibéricas de imitación griega, posibles vasijas de importación, cerámica ática, etc.
El conjunto de estos materiales presenta, presenta tanto en su forma como en su decoración, cierta homogeneidad. Estos materiales nos permiten atribuirlos, sin duda alguna, a la cultura ibérica. El conjunto pertenece a una necrópolis que se desarrollo durante el siglo V – IV antes de Cristo.
